lunes, 4 de abril de 2011

Conservación Turberas de Patagonia, aprovechando espacios globales

El trabajo de conservación es fuerte y duro, y creo que en Shile es más difícil porque recién estamos abriendo los primeros espacios y comenzamos a construir este camino. Y generalmente todo parte de una conversación (quizá por eso a la biología de la conservación se le dice irónicamente "biología de la conversación"). Y créanme que tengo muchas conversaciones en el cuerpo... y lo que a mi me pasa generalmente en ellas es que: conozco a una persona, le cuento de nuestro proyecto y visión de conservación en Karukinka (Tierra del Fuego), y me entusiasmo con las grandes ideas, y las explico con ejemplos concretos, y vuelvo a la mirada amplia y pienso en todo el potencial que tiene Chile, y sigo adelante con la charla (que poco me cuesta). Y a menudo me pasa que la persona que me escucha me hace entusiasmar aún más con sus preguntas e interés, y descubrimos lugares comunes, y nos entusiasmamos con apoyarnos mutuamente, y quedamos de alguna manera conectados. Es "adrenalínico"...y por eso he intentado en este blog generar estas conversaciones en el ciberespacio...cosa nada sencilla para alguien que nació el siglo pasado, como ya saben.

Miguel Segur (primer plano) destacando el valor
 de las turberas de Patagonia
Pero pasa también que gran parte del trabajo que hago es un tanto difícil de compartir, pues no tiene mucho brillo. Es el trabajo de hormiga que se hace día a día, rutinario, agotador, que siempre está en la base y sustenta cualquier obra, y que brilla menos que fonda oficial. Pero igual hago el intento ahora de compartir esto, siguiendo la especial sugerencia (léase mandato) de mi ciber-guía Gabriel Bunster


Como decía, muchas conversaciones de conservación son extremadamente estimulantes, y la conexión que surge en mi caso con mis interlocutores, muchas veces deriva en apuestas específicas para realizar trabajos concretos, y es lo que me pasó con Miguel Segur, un ingeniero forestal español, Jefe del Área de Cooperación Internacional de Cesefor, al que conocí el pasado mes de Agosto en Santiago. Él me interesaba pues trabajó en el proyecto de erradicación más grande que se haya realizado hasta ahora: la erradicación de cabras desde la isla Isabela en Galápagos. Miguel tiene una experiencia única que yo espero pueda ayudarnos con nuestro problema de castores en Tierra del Fuego. Hasta ahora ha trabajado en Chile y Argentina, abordando temas de conservación de bosques y manejo de plantaciones, y promociona por estos días la Red Iberoamericana de Bosques Modelo, una interesante forma de manejar bosques que intenta generar bien común, a la vez que integra conservación de la biodiversidad local. Chile participa de esta Red con tres iniciativas, las cuales es interesante dar a conocer (pero ese no es mi tema!).

Foro Global de Paisajes y Sostenibilidad, ralizado
en Burgos (España) 21-24 Abril, 2011
En nuestro segundo encuentro (seis meses después), con Miguel hablamos de las turberas de Patagonia, de su inexplicable desconocimiento a pesar de su extraordinario valor. Y nos pasó con Miguel lo inevitable: nos entendimos, nos entusiasmamos y nos pusimos manos a la obra. Y fue así como en un par de meses organizamos un Evento Paralelo en la Reunión Global sobre Paisajes y Sustentabilidad que se desarrolló en Burgos (España) el pasado mes de Marzo. Una reunión que convocaba a varios cientos de personas, de más de 60 países, en donde se discutían en castellano, inglés y francés, temas diversos relacionados con manejo y sustentabilidad. Y gracias al entusiasmo de Miguel y su equipo, logramos informar/reunir a diversas personas que llevan trabajando algún tiempo en el tema de turberas, que venían de Chile, Argentina, España. En mi caso, con casi las puras "patas y el buche", proponía a la audiencia la enorme oportunidad que veía para el mundo (y por supuesto para el sur del Cono Sur), la conservación de las turberas más australes de nuestro único planeta.

Miguel Segur (Cesefor), Alejandra Figueroa (Ministerio Medio
 Ambiente, Chile) y Luis Martìnez (Conaf),
espero que hablando del valor de las turberas Patagónicas! 
Desde Chile participamos con Alejandra Figueroa del Ministerio de Medio Ambiente (Chile), y nos pusimos como meta llamar la atención de sobre estos ecosistemas e idealmente conseguir nuevos socios (léase fondos) para implementar una propuesta de conservación basada en ciencias y que permita el uso sustentable del material vegetal que crece en la superficie de las turberas, sin destruir estos valiosos ecosistemas. Y mucho de lo que pasó en Burgos fueron nuevas conversaciones, por ejemplo con Rodolfo Iturraspe, quien ha trabajado en turberas en Argentina, con quienes es clave coordinarse para poder implementar medidas efectivas de manejo y/o conservación (si no lo creen, piensen en el control de los malditos castores invasores!). O con Josh Donlan, con quien venimos trabajando desde el 2006 en temas castoriles, y que ahora esperamos abordar el crítico asunto del financiamiento para la conservación de turberas. Y por supuesto con Alejandra Figueroa, quien desde el Ministerio trata de llevar la acuosa carga de conservar humedales en Chile.

Además del éxito que significó participar de este evento global, hacer crecer, engrosar y dar lustre a la siempre escuálida representación chilena, estamos ahora embarcados en desarrollar un Taller Internacional de Turberas en Punta Arenas, que nos permita acercar las turberas un poco más no sólo a los Magallánicos (los más grandes custodios de las turberas Patagónicas), sino al resto de los actores que pueblan el sur del Cono Sur. Hablar con propiedad y bombo de las turberas y sus gracias en Shile... y también de sus desgracias, para ver si podemos gatillar alguna respuesta local (y estimular alguna ayuda global!). Vamos a ponerle empeño en esto, y también vamos a necesitar mucho apoyo, pues organizar un evento así requiere convocar a expertos del mundo, trabajadores locales, gestores de ambos lados de la frontera y público en general, en fin, muchos recursos....pero estamos seguros que un Taller como este ayudará a sorprender al "respetable" del potencial que ofrecen las turberas nacionales para posicionar a nuestro paisito en el mapa global de la conservación!

El Patillas invitando a sus distinguidos visitantes
a cumplir con la ley de tabaco
...pero por suerte este trabajo de hormiga tiene sus grandes momentos...que podrían llamarse los "extra bonus" de este "negocio"...y que alimentan nuestro espíritu y estimulan nuestro aprendizaje también. En mi caso lo más interesante, además de saber que Burgos es la cuna del Homo sapiens europeo, fue constatar que España está decidida a generar espacios interiores libres de humo de cigarrillo. Un gran desafío para un pueblo que es fumador con ganas...y no precisamente prusiano en cuanto a acatar órdenes se refiere. Y desde diciembre se han auto-mandatado a no fumar en bares o restaurantes. Y les cuesta! pero se estimulan unos a otros para hacerlo, para poder dar el salto hacia un aire mejor. Miren este cartel que hizo El Patillas, el dueño de uno de los bares más singulares de la ciudad, y que muestra a su "distinguida" clientela cada vez que alegan contra la prohibición, y hacen el amago de encender un puchito dentro de su local. Si ellos se la pueden con cambiar esa costumbre y se esfuerzan para construir un aire interior más limpio...creo que podremos nosotros superar nuestros propios humos. No les parece?

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