Aunque todavía no se reconozca, ni valore, no se acepte, se niegue
o no se crea: somos parte y dependemos completamente de la naturaleza (o
biodiversidad). Todo lo que comemos, respiramos, tomamos, vestimos, medicamos,
disfrutamos, inspiramos proviene directa o indirectamente de la naturaleza.
Puede ella estar cerca o lejos, puede ella estar en buen o mal estado, puede
ella haber estado ayer y no estar hoy día, puede ella verse o ser
invisible...cualquiera sea el caso, es que si natura desaparece, también lo
haremos nosotros. Si natura se degrada, también lo hace nuestra humana
condición. Personas y naturaleza conformamos un mismo sistema, donde la
supuesta jerarquía de superioridad humana, no es más que un burdo anhelo, cristalizado
de mil formas en la historia de la humanidad: por centurias juramos que nuestra
Tierra era el centro del universo...
Todo lo que hacemos como es lógico,
depende también de natura. Esto es especialmente cierto para las actividades económicas, sean ellas productivas o de servicios; sean altamente
tecnologizadas o la más básica economía de subsistencia… La verdad es que directa
o indirectamente todas pueden ser mantenidas si mantenemos la base natural sobre
la que se yerguen y que las sustenta. Esta es una relación que pocas veces se
hace evidente. Paradojalmente, sólo constatamos su existencia cuando natura
desaparece o estropea. Ejemplos de esto acumulamos por cientos: crisis del
salmón, colapso pesquerías nacionales, crisis del agua a lo largo y ancho de
Chile…por nombrar unas pocas. Es un hecho entonces, que si pensamos en crear y mantener
un país pujante, capaz de generar bienestar en el corto y largo plazo, debemos mantener
y mejorar este escenario natural y común, en el que intentamos representar el
juego del desarrollo sustentable.
Y cómo lo hacemos? Esto se logra simple y
llanamente conservando biodiversidad…nuestra biodiversidad: en cada rincón
terrestre o acuoso de nuestro escuálido país…y más allá. Dada la compleja
naturaleza de natura, este trabajo es variopinto y depende del desarrollo y
aplicación efectiva de herramientas variadas, las que van mucho mucho más allá
de instalar áreas protegidas en mapas de oficinistas hiperventilados. Es hoy un
mandato global que la tarea de conservación invada cada actividad humana,
especialmente la productiva, permitiendo que la naturaleza florezca en cada
rincón del tablado nacional. Este es un proceso que el primer mundo de siempre
ya ha comprendido, y del que Chile, dada la naturaleza de su producción básica,
no puede sino hacerse eco fuerte y resolutamente.
Cómo avanzar rápida y efectivamente en esto? Primero que todo
reconociendo que la conservación de biodiversidad es tarea de todos, que sólo
puede triunfar si actuamos de manera sinérgica en pos del bien común.
Necesitamos una Ley de Biodiversidad fuerte y moderna, que permita instalar y
fomentar el tema de la conservación en todo el territorio y mar nacional, que
incluya a todos los actores de nuestra patria, incluso los de mañana!
Necesitamos investigaciones de punta
para conocer y monitorear natura en toda su complejidad. Necesitamos un
ejército de personas entrenadas en conservación de biodiversidad dispuestas a
diseñar y probar engranajes innovadores para echar a andar la maquinaria de la
sustentabilidad. De manera efectiva y ubicua…
Tal como los juegos de pelota que de niños organizábamos en barrios
o pasajes, en la senda de la sustentabilidad todo es cancha…siendo la única alternativa
de sostener este regocijo la conservación.
Fotos mías, excepto la última (se nota!), que es de G Wenborne
2 comentarios:
Como siempre un Aporte!!!!
una vez mas; Aplausos!!! a contagiar esta necesidad!!
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