domingo, 26 de enero de 2014

Soberanía en Chile - la frontera que espera ser conquistada con conservación...o aún tenemos patria ciudadanos!

 Como las humitas que tanto amamos, en Chile crecemos atados a ideas... y sin notarlo vamos ahogando nuestra capacidad de ver, analizar y resolver temas. Una idea que nos aplasta desde que nacemos es aquella que dice que la soberanía de nuestro país está definida por aquella línea trazada sobre el mar o tierra, y que marca los confines de nuestro territorio. Dibujamos esa línea con sangre o de otra forma, e invertimos recursos inimaginables (y ciertamente desconocidos) para defenderla.

A pocas horas de conocer el fallo mediante el cual la Haya resolverá un límite marítimo particular con el vecino Perú... no puedo de dejar de reflexionar en torno a nuestra soberanía y la ceguera de pensar nuestra frontera sólo como bordes que dibujan países colindantes. Miopía que define nuestra limitada capacidad de reconocer las decenas de amenazas que día a día reducen, deterioran, merman y finalmente devastan grandes extensiones de nuestro soberano país.

Hemos perdido por ejemplo, casi la mitad del suelo nacional. Si...así de horrible: 37 millones de hectáreas desaparecidas lenta y silenciosamente, legado probable de prácticas agrícolas y ganaderas aberrantes. Nos espantamos pensando en la amenaza que significa la solicitud de Perú de menos de 4 millones de hectáreas de océano, pero ni nos inmutamos al saber que el el 85% de la Región de Coquimbo ha perdido su superficie productiva: casi 3,5 millones de hectáreas cercenadas de nuestro territorio, para las cuales no existe tribunal internacional o armamento alguno capaz de recuperarlas para nuestro país.

Sufrimos pensando en los casi 50 mil hectáreas que Chile perdió en la disputa de Laguna del Desierto, pero no nos impacta nada saber que casi la mitad de nuestras protegidas, las cuales cubren casi el 20% de nuestro país reciben presupuestos paupérrimos de país pobre (en realidad miserables!). Esto determina que nuestra presencia efectiva en dichas áreas sea mínima o nula, imposibilitando ejercer soberanía alguna en estos territorios, eliminándolos de facto de las cuentas de hectáreas nacional.

En el caso del mar chileno la paradoja resulta aún más bizarra, pues somos capaces de invertir en armamentos y personal de guerra sin chistar, pero destinamos cero peso a gestionar las miles de hectáreas de mar que están protegidos (en papel al menos!), y que constituyen el "chanchito de naturaleza" que reservamos para enfrentar vacas flacas futuras.

Tememos a invasores potenciales que puedan arrancar algunos jirones de nuestra amada patria, pero desconocemos la presencia devastadora de invasores reales, especies foráneas que accidental o activamente han alcanzado vastos rincones de Chile, destruyendo a su paso los cimientos naturales y básicos de nuestra supervivencia como nación. La lista de especies es larga, y sus efectos peores que el que podrían producir las peores armas modernas. Cabras en Juan Fenrnández, castores en Tierra del Fuego, Didymo en los cristalinos ríos patagónicos, retamilla en los productivos campos de Osorno. Tan gruesas son las ataduras que nos ciegan, que incluso nuestro Estado subsidia el arribo de estos invasores, como es el caso de ciervos colorados en Tierra del Fuego, o de eucaliptos a lo largo de nuestro escuálido país.

Peor aún que estos deleznables invasores, es la invisibilidad de gran parte del patrimonio natural chileno para los mismos chilenos, la que termina por minar nuestra propia identidad, reduciendo y deformando nuestra capacidad de imaginar futuros para nuestra nación.

Si estamos pensando en soberanía....no puedo más que preguntarme por los verdaderos problemas que enfrenta Chile en relación a la mantención y cuidado de nuestros territorios y maritorios. Y confirmo lo que sospecho que debemos dejar de mirar al lado y comenzar a ejercer soberanía hacia adentro de nuestro país, gestionando la conservación del patrimonio natural chileno en toda su extensión: desde Visviri hasta el Cabo de Hornos, desde Rapa Nui hasta las bellas cumbres Andinas.

Son necesarios ejércitos de gestores de la conservación, armados hasta los dientes de conocimiento y capacidad para desarrollar herramientas con sello local, que permitan recuperar el capital natural que sostiene desde dentro a nuestro país. Como es esperable esta batalla necesita recursos, pues es de largo aliento y es ubicua. A diferencia de otras guerras, el resultado no implica el aniquilamiento de enemigo alguno, sino la construcción de una cultura soberana y orgullosa, capaz de sostenerse a si misma, y especialmente mirar y crecer hacia el futuro.

Fotos de Wenborne, Dupradou, y propias

19 comentarios:

agrez dijo...

Grande Bárbara Saavedra!! Sabias palabras! Lo difundiré

lilian esquivel chile dijo...

¡¡¡¡¡NOTABLE!!!!! POR LO MENOS 1 QUE PIENSE BIEN !!!!

Anónimo dijo...

Exelente comenrario sobre todo si lo mas ironico que ocurre enn nuestro país , es que a quienes denunciamos la actitud corrupta de los regimens de turno, somos catalogados como el "enemigo interno" cuando en relidad los unicos enemigos del pueblo, son aquellos que desvastan y saquean nuestro territorio.
Jorge Salas Aburto

Anónimo dijo...

Sabemos lo llorones que son los chilenos y los conflictos son usados como poderes emblematicos por politicos pero no puedes pedirle una mirada autoctitica al sistema que empuja la venta y usos indoscriminado de los recursos en forma global , estas hablando de una falta de criterio del sistema

Unknown dijo...

Aplausos!!!!

Erick dijo...

Sorry, pero un pequeño detalle en la nota; lo que está en disputa con Perú no son 40.000 hectáreas, son 34.000 km2, y eso equivale a 34.000.000 de hectáreas.

Erick dijo...

Y otra cosa; Sabemos que este territorio hoy está principalmente explotado por la familia Angelini, pero también sabemos que ellos no durarán para siempre, como tampoco los políticos corruptos que permiten que a los chilenos nos pisoteen los empresarios. Un día este país volverá a ser nuestro, a menos que se siga perdiendo ante los vecinos.

Bárbara Saavedra dijo...

Gracias por los comentarios!
Erick, tuve especial cuidado en las cifras, pero veo que me equivoqué. Gracias por indicarlo!

Bárbara Saavedra dijo...

Corregido todo, el sentido de mi comentario sigue intacto...

Sigrid dijo...

Excelente Reflexión, Gracias. Lo comparto

Margarita dijo...

que importantísimo punto de vista, yo agrandaría estas letras, las pondría en televisión nacional a la hora en que más personas ven tv, fb, y en frente de cada edificio en donde se toma alguna decisión concerniente a estos temas... gracias por escribir.

Grisel dijo...

Tremenda reflexion Barbara! muchas gracias. Súper bueno tu blog!!

Daniela dijo...

Que buen blog Bárbara, excelente!

Carolina Alvarez dijo...

Bárbara mágnifico comentario, comparto plenamente tu opinión!!

Pedro lira dijo...

Tienes toda la razón... Chile invierte algo así como US$ 0.69 / ha de área protegida. Está - en América Latina- solo arriba de Perú... y MUY por debajo de Argentina, Brasil, Costa Rica, Venezuela, etc....

Anónimo dijo...

Constantino Alitisz: Desde Buenos Aires apoyo tu texto. Me pareció muy bueno. Acá, del otro lado de la cordillera... o en casi todo el mundo, pasa lo mismo. Saludos fraternos.
Hace 2 minutos · Me gusta

Gabriel Bunster dijo...

Te felicito Bárbara por levantar la mirada, sacar voz propia e iluminar la ignorancia generalizada de los temas que traes. Sin duda hacer soberanía significa aumentar la cultura, saber de las cosas que hablas y actuar en consecuencia.
Saludos

Anónimo dijo...

Carmen desde la mitad del mundo, bárbaro¡¡¡¡¡¡¡ Barbara, te felicito por el comentario, peleamos una frontera de papel, y no nos percatamos que tenemos invasiones poderosas que nos enferman día a día y acabarán con nuestro patrimonio alimentario, gracias a los puercos políticos a quienes les pagan las transnacionales y que no se rasguen las vestiduras.

Unknown dijo...

No puedo evitar pensar en, tal vez, el principal recurso que nos brinda vida, "EL AGUA", y del cual nadie parece estar preocupado. y no es un tema que nos afecta solo a nosotros como país, es global.Solo DIOS puede, como creador, disponer de fronteras y soberanías, y si mal no recuerdo, EL nos dio la tarea de cuidar nuestro hogar, este hermoso y perfecto mundo hecho para que nosotros lo habitemos, y lo único que hemos hecho es dañar esta creación única, ya que no se ha encontrado, ni se encontrará una igual en ningún otro lugar.Las fronteras son una creación humana, y eso me hace entender que la enfermedad de este mundo somos nosotros...