domingo, 21 de julio de 2013

El círculo virtuoso y desconocido de biodiversidad y negocios*

Aunque poco reconocidas, las relaciones entre biodiversidad y negocios son tan variadas como significativas. La anónima verdad es que la biodiversidad genera todos los productos que consumimos (ej. alimentos, agua), casi todo lo que utilizamos (ej. materiales, medicinas, fibras), así como provee los servicios más fundacionales y ubicuos que sostienen la vida incluyendo generación de suelo, ciclaje de nutrientes, u otros que afectan más directamente nuestro bienestar como polinización y control de desastres naturales. La biodiversidad es tan poderosa que incluso provee servicios de orden educativo o espiritual, que son aprovechados ampliamente por nuestra especie.

A lo largo del desarrollo de las culturas humanas, cada uno de estos productos o servicios ha constituido la base directa o indirecta sobre la cual se han construido los más diversos negocios. Muchas veces la relación entre negocio y biodiversidad es directa como es el caso de la economía chilena, cuyas industrias más importantes como la forestal, pesquera, acuícola, agrícola, o turística dependen directamente de los servicios que presta la biodiversidad contenida en los ecosistemas terrestres, marinos y acuáticos nacionales. En muchos otros casos como la industria financiera, la relación del negocio con la biodiversidad es indirecta, y aunque más difícil de ver, ella siempre está ahí. Y dada la naturaleza de la biodiversidad, la manifestación de esta relación es siempre local, producto de historias evolutivas y sociales únicas e irrepetibles.

Las actividades humanas, especialmente las productivas afectan negativamente a la biodiversidad, lo que ha generado el más importante (y quizá el menos conocido) de los cambios globales. Nunca antes en la historia del planeta Tierra se ha constatado una tasa de pérdida de biodiversidad como la que experimenta hoy el Antropoceno. Día a día son miles las especies o ecosistemas que se degradan o desaparecen, lo que finalmente deriva en la interrupción de la amplia (y todavía desconocida) variedad de servicios que presta la biodiversidad. Esta pérdida conlleva riesgos a todo negocio, y dada su naturaleza irreversible si no es manejada a tiempo termina provocando el colapso no sólo de industrias específicas, sino de economías completas. El desplome de la industria salmonera en el sur de Chile es un ejemplo claro de esto. Pero no es el único. A la vez, la erosión del capital natural reduce la oportunidad para desarrollar futuros negocios, así como de innovar para mejorar los negocios existentes.

La crisis de la biodiversidad representa riesgos para las empresas, en el ámbito operacional al reducir el acceso y disponibilidad de insumos; en materia regulatoria ya que deben enfrentarse a requerimientos más estrictos; y en términos financieros al enfrentarse a mercados y acceso a financiamiento más exigentes en términos de gestión del impacto sobre la biodiversidad. A la vez, una mala gestión de la biodiversidad conlleva un alto riesgo reputacional, poniendo en peligro la licencia social para operar. Todos estos riesgos, abordados de manera preventiva y con la mirada adecuada, pueden ser transformados en oportunidades que aumenten la competitividad.

A pesar que se reconoce el efecto negativo que tienen los negocios sobre la biodiversidad, resta por desarrollar y fortalecer mecanismos que desde la industria puedan reducir dicha pérdida, o incluso revertirla. Este es efectivamente el desafío más crítico para lograr la sustentabilidad: mantener y recuperar el capital natural a escala local. Este desafío está siendo reconocido de manera explícita no sólo por los organismos globales de conservación (por ejemplo Convenio de Diversidad Biológica, Uniónpara la Conservación de la Naturaleza), sino especialmente por organismos de cooperación y desarrollo como la OCDE, o el International Finance Corporation del Banco Mundial, quienes han desarrollado políticas explícitas que promueven y solicitan la conservación de la biodiversidad por parte del mundo de los negocios.

De particular relevancia resulta el liderazgo que ha tomado la minería a nivel global en la adopción de políticas de pérdida neta cero en biodiversidad, lo que está permitiendo la incorporación de esta variable tempranamente en la planificación e implementación de proyectos. Esta integración permite evitar y minimizar impactos sobre  biodiversidad en los sitios de extracción, y cuando ello no es posible, asumir la implementación de compensaciones óptimas  (offsets) destinadas a restablecer la biodiversidad perdida. Directrices explícitas para ejecutar estas políticas están siendo evacuadas no sólo por compañías como Río Tinto o BHP, sino fomentadas por organismos corporativos como el International Council for Miningand Metals.

Los gobiernos de la región, incluyendo Chile, Perú, Colombia, Ecuador han comenzado a explorar y promover la compensación óptima en biodiversidad, para que pueda ser realizada por compañías bajo el sistema de evaluación de impacto ambiental. Este mecanismo ofrece la posibilidad de acotar el impacto sobre la biodiversidad, diseñando una estrategia para compensar dicho impacto por parte de la empresa.

El establecimiento de compensaciones óptimas es un proceso en construcción, y que requiere la participación no sólo del Estado, quien debe proveer una planificación nacional y regional de ecosistemas y áreas o especies relevantes para la conservación, sino de las empresas ejecutoras de proyectos. Ellas deben conocer del valor de la biodiversidad en los sitios en que se emplazarán sus proyectos, no sólo en su identidad (¿qué hay?), sino especialmente su funcionalidad (¿qué rol cumple?). Se requiere para esto un conocimiento profundo de los sistemas naturales, el que deberá ser provisto por científicos a lo largo y ancho de Chile. Las compañías deberán planificar sus actividades minimizando la sobreposición entre operación y biodiversidad de valor. Esto no sólo minimiza el riesgo innato que deriva de un manejo deficiente del capital natural, sino que en general reduce costos de operación, y minimiza conflictos con actores relevantes.

Wildlife Conservation Society (WCS) ha impulsado el desarrollo de las compensaciones óptimas en el mundo, liderando el programa Bussiness and Biodiversity Offsets PRogramme (BBOP). Corresponde éste a un consorcio conformado por agencias globales de conservación, estados, empresas y ONGs, el que ha desarrollado no sólo los conceptos, sino también la puesta en práctica de las compensaciones óptimas.  En países de la Región como Colombia y Perú, además de Chile, WCS ha apoyado al Ministerio de Medio Ambiente y compañías con el objetivo de dar a conocer esta herramienta y de su valor para promover no sólo la conservación de la biodiversidad, sino la sustentabilidad de las industrias de la Región. En nuestro país, dada la distribución geográfica de la industria nacional, existen condiciones ideales para el desarrollo de mecanismo de compensaciones óptimas por sector incluyendo no sólo el minero, sino otros como el energético, vitivinícola, o la salmonicultura en Patagonia. Ofreciendo un punto de encuentro que permitiría equilibrar el desarrollo con la conservación en nuestro país. Y aunque pueda resultar contradictorio, la oportunidad a las empresas nacionales de liderar la conservación en las áreas de producción, que es donde finalmente más necesidad se tiene de conservar el capital natural que las sostiene.

*Escrito por B Saavedra & C Silva. Publicado en Diario El Pulso, Julio 18, 2013