Estoy trabajando en mi oficina, está nublado y hace frío. En unas pocas horas de la mañana he abordado tres temas críticos: invasión de castores, conservación de turberas y conservación marina. En cada caso gestionando actividades relevantes por su efecto inmediato o proyección para el país: el proyecto de erradicación binacional de castores, un proyecto GEF para conservación de turberas, un Taller binacional de turberas para fin de año, una propuesta para el Ministerio de Medio Ambiente para que podamos identificar y definir las áreas de la costa de Chile que deberían ser protegidas, y un programa en el que queremos crear un espacio web de análisis y difusión del conocimiento e importancia para la conservación de la biodiversidad costera en las costas de Patagonia.
Estoy además trabajando con mis socios de Punta Arenas para responder a una invitación que nos hicieran desde Tierra del Fuego y hacer un programa de Educación Ambiental para jóvenes de Porvenir en riesgo. Queremos llevarlos a Karukinka, e inspirarlos con la conservación y la vida outdoor. También estamos pedaleando, para poder sacar adelante la fase 1 de un proyecto InnovaChile de Corfo, con el que esperamos construir un sendero en el Valle la Paciencia en Tierra del Fuego, y nos permita generar un espacio inexistente hasta hoy día, para que la gente pueda llegar a esta zona, valorar su importancia para la conservación, y poder abrir este espacio a las ciencias, educación y el turismo para la conservación. Tenemos que convencer a Corfo que es importante y que es un negocio, y para eso hemos pedido apoyo a todos los que están directa o directamente involucrados con el turismo en la zona, como Cámara de Turismo, Cristián Donoso, Lodge Lago Deseado, y otros.
Me están pidiendo desde el Consejo de la Cultura un documento que muestre el valor de Magallanes para el turismo cultural. Y con Carmen Espoz de la Universidad Santo Tomás, estamos viendo las prioridades de conservación y las acciones críticas que hay que hacer en el sitio Bahía Lomas, un humedal costero de relevancia mundial, que queda en Tierra del Fuego. Más encima he enviado esta mañana, un documento que elaboramos respecto de la amenaza de invasión de ciervo colorado en Tierra del Fuego, el que espera llamar la atención sobre un inminente desastre ambiental en la isla.
En esta mañana me he comunicado con Suecia, Argentina, Estados Unidos, España, Nueva Zelandia, además de Santiago y Punta Arenas, para poder delinear proyectos, buscar agencias de financiamiento, pedir ayuda al gobierno. Todo con el objetivo de hacer avanzar el conocimiento y valoración de la biodiversidad nacional, y de favorecer el entendimiento general que la biodiversidad es crítica para el bienestar humano.
También estoy viendo un Programa de lujo que estamos haciendo con el Ministerio de Medio Ambiente, la Red de la Alta Dirección de la Universidad del Desarrollo y la Sociedad de Ecología de Chile, con el objetivo de mostrar a altos ejecutivos nacionales, ejemplos bellos y positivos sobre cómo la incorporación de las ciencias ecológicas en las prácticas industriales, no sólo agrega valor, sino que promueve la conservación del patrimonio natural chileno.
Y para más remate! estoy escribiendo este posteo, pues escribiendo a Patricio Camus (quien también está metido en mil cosas relevantes), me di cuenta que en realidad lo que nos hace falta es tener más ecólogos y ecólogas nacionales, activamente trabajando en mil partes: reparticiones, empresas públicas y privadas, ONGs y todos los espacios en donde sea necesario vincular la biodiversidad y las actividades que desarrollamos los humanos! Todos a quienes conozco que trabajan en ecología y especialmente en conservación, están sobresaturados de trabajo. No sólo producto de su entusiasmo, sino por compromiso y por la magnitud de las necesidades!
Así como sabemos que necesitamos médicos especialistas, profesores de calidad, técnicos de alto nivel, también necesitamos ecólogos que puedan abordar todos los problemas relacionados con la gestión de la biodiversidad y los recursos naturales de este país, léase investigaciones, educación, inventarios, catastros, proyectos específicos, a escala nacional, regional, comunal, en empresas, parques, playas, áreas públicas, urbanas, campos agrícolas, plantaciones de pino, y todo lo que no puedo nombrar! Ecólogos y ecólogas puedan aportar con una mirada sistémica, integrada y científica, que contribuyan para avanzar en la visualización y resolución de los múltiples problemas que tenemos en Shile! muchos de ellos críticos para lograr la sustenabilidad! que no es otra cosa, que pensar que podríamos estar aquí mañana!
2 comentarios:
Muchas cosas interesantes que discutir y debatir. Yo ya saqué mi libreta de apuntes para ser un aporte real en el Taller Binacional sobre Conservacion de Turberas de la Patagonia.
Mucho por hacer antes que queden ollos drenados dodne en algún momento hubo turba.
Nos vemos en la cruz del Sur.
TODA LA RAZÓN!!!! Carolina
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